11º-16º
viernes | 3 mayo | 2024
El escultor que pintó sobre la lápida del dictador Francisco Franco en el Valle de los Caídos, Enrique Tenreiro, ha anunciado que el miércoles empezará un encierro vestido como un preso de Guantánamo para reclamar al Tribunal Supremo la sentencia de la que está pendiente, tras su absolución inicial.
Tenreiro pintó en octubre de 2018 la tumba del dictador Francisco Franco en el Valle de los Caídos en color rojo, con una paloma y la frase 'Por la libertad', tras lo que tuvo dos procesos judiciales en la Audiencia Provincial de Madrid y después en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad, ambos absolutorios de delitos contra la libertad de conciencia o contra los sentimientos religiosos.
Ahora empezará la acción reivindicativa '2001. Encierro con vistas', pues el miércoles hace 2001 días de la pintada y urge al Tribunal Supremo a que confirme su absolución, pendiente desde hace año y medio, que también apoya la Fiscalía frente al recurso de la Asociación Para la Defensa del Valle de los Caídos.
"Es mucho tiempo de espera, así que para esperar la sentencia del Tribunal Supremo, que no acaba de llegar, voy a entrar a vivir en un escaparate vestido como un preso de Guantánamo, con un camastro y un váter en una tienda de campaña pequeñísima, para que haya un poco de intimidad durante los días que dure el encierro", explica a EFE.
Lo hará con el popular uniforme de esta prisión estadounidense situada Cuba en la galería de arte Artbys, en el número 122 de la coruñesa calle San Andrés, mientras espera que la Justicia agilice su resolución.
"Por si acaso me van a encerrar, ya me encierro yo", ironiza sobre su autocondena previa que espera que termine con la confirmación de la sentencia absolutoria.
Empezará a las 10:55 horas, que fue a la hora que hizo la pintada, un momento también clave, pues la misa aquel día empezaba a las 11 horas y lo intentaron acusar de haber interrumpido un acto religioso, pero luego se demostró que no fue así.
La Fiscalía inicialmente pedía un año de cárcel y una indemnización a Patrimonio Nacional -ahora apoya la absolución-, mientras que la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos solicitaba dos años y cinco meses de prisión al añadir el supuesto delito de profanación de tumba.
Las primeras instancias le dieron la razón al considerar que no constaba "el propósito o intención de lesionar la libertad de conciencia y los sentimientos religiosos" lo que se pone de manifiesto en el momento mismo de realizar la pintada, cuando alude a la libertad y la reconciliación de los españoles.
